miércoles, 27 de marzo de 2013

1. ¿Y ese bosque?


Bajé poco a poco, intentando no hacer ruído. Me quedé quieta en el medio de las escaleras. Por suerte, mi padre estaba de espaldas. Hablaba demasiado bajo así que no me enteré de nada.
Subé corriendo antes de que colgara. Entré en el despacho y me senté a esperar.

-Pero... ¿no hay ninguna forma de evitarlo? ¿Tengo que hacerlo?
-Jack, sabes que esto lo hacemos por tu bien. Vete lo más rápido posible.
-Sí, lo sé. Pero, ¿no hay ninguna...?
-¡JACK! No, no hay ninguna forma de evitarlo. Déjalo ya y huye de una vez.
-Va-vale... De acuerdo señor. ¿Le veré allí?
-Sí. Te veo pronto, espero.
"Cuelga."

Ya escuchaba los pasos de mi padre por las escaleras. Subía muy rápido. Abrió la puerta tan fuerte que por un momento me dio miedo. Se acercó a mi, me levantó y me sentó en sus piernas.

-Pequeña, vas a tener que irte a tu cuarto. Papá tiene que hablar con mamá. Si quieres, ve a jugar con tu hermana.
-Pero papi, Claudia no me hace caso. Ya lo sabes.¿Quieres que llame a mamá?
-Sí, cielo. Muchas gracias.

Salí corriendo del despacho y bajé de nuevo las escaleras. Entré en la cocina.

-¡Mami! Papá quiere hablar contigo. Está en su despacho.
-Cielo, subo enseguida. Ve con tu hermana.

Me dio un beso en la frente y siguió colocando el lavavajillas.
Subí hasta la habitación de mi hermana. Llamé.
"¿Qué? ENTRA."
Abrí la puerta y vi a mi hermana tumbada en la cama, con los cascos puestos en el cuello y escribiendo en el portátil.
Entré y me senté a su lado.

-Claudi, ¿qué haces?
-Te he dicho mil veces que no me llames así, enana.-Me revolvió el pelo y miró de nuevo el portátil.-¿Por qué no estás en tu cuarto?
-Sabes perfectamente que me da miedo Tolly.
-Pero si sólo es una muñeca, tonta.
-No, no sólo es una muñeca. Por la noche me da la sensación de que me mira y tiene una mirada horrible.
-Bo, no seas tonta, Zoe.
-Vale, no me creas.
-Bueno, ¿y entonces por qué no estás con papá o con mamá?
-Porque están hablando y me dijeron que me fuera.
-¿Otra vez? No hacen otra cosa más que hablar.
Me tumbé en la cama y encendí la televisión. Estaban echando los Looney Tunes. ¡Bien! Me encantan.
Así estuvimos, ella con el ordenador y yo con la tele una hora. Hasta que llamaron a la puerta.

"Toc toc."
-¡Pasa!-Dijo Claudia.
Entraron mis padres. Y corrí hacia ellos. Los abracé y les pregunté:
-¿Por qué tenéis esas caras? ¿Qué ha pasado?
-Pues... Zoe ve con tu padre al jardín. Yo me quedo aquí con Claudia.-Dijo mamá.

Le di la mano a mi padre y bajamos hasta la entrada. Abrió la puerta y salimos.
Me solté de él y corrí directamente hacia mi lugar favorito. El de los columpios.
Me subí en el de la derecha y me di impulso.
Mi padre se sentó en una silla y cogió un periódico. Lo abrió y cruzó las piernas. Intentó aparentar normalidad. Pero era imposible creer que estaba tranquilo. El periódico temblaba ligeramente y él tenía la cara muy pálida. No era muy bueno el tema.
Me balanceé muy alto y miré hacia atrás. ¡Anda! Al fondo divisé un pequeño bosque que nunca antes había visto.
"Qué raro."-Pensé.-"¿Cómo es que antes no lo había visto?"


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